Sabemos que cada persona es única e irrepetible, y que cada una tiene su propia personalidad. Queremos que los chicos sean mejores, pero sin que dejen de ser ellos mismos. Por eso, queremos formarlos en libertad y para la libertad. Nos interesa que los chicos quieran formarse, que sean autónomos, que tengan iniciativa, que busquen el conocimiento propio, y que se dejen ayudar porque quieren ser ayudados. En definitiva, queremos contar con su esfuerzo personal. Sólo así serán responsables: libremente responsables.
La formación que les proporciona Indar es optimista, positiva, estimulante: les ayuda a descubrir nuevos horizontes de crecimiento personal, les anima a tener ideales grandes, a no ser conformistas, fomenta en ellos aficiones concretas y afanes culturales, profesionales y espirituales. También fomenta la voluntad de servir a todos y de mejorar la sociedad en que viven.